domingo, 6 de junio de 2010

DISQUISICIONES

Mi hija tiene la sana costumbre de despertarme a las siete y media de la mañana con lo que le ronda la cabeza y a sus cuatro años recién cumplidos no sé si es muy normal lo que le ronda.

Ejemplo número uno:
Yo, profundamente dormida hasta que alguien chilla en mi oreja-¡BUH!.
Yo sufro cierto sobresalto y ella abre la sábana, se sube, se tapa y pregunta a bocajarro:-Maaaamiiii, si nos ponemos a contar uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis....(y así sigue hasta treinta y dos que le digo que pare que ya lo he "pillao")¿cual es el último número?.
Entonces me acuerdo que mi hermana con cuarenta y tantos todavía recuerda el trauma que le supuso el descubrimiento del infinito, sobre todo el negativo y decido atajar por la tangente, esto es como la muerte, me digo, cuanto antes mejor.No voy a entrar en detalles sobre mi respuesta porque a esas horas solo era apta para menores.

Ejemplo número dos:
La misma situación, la única variante es que si no he salido la noche anterior la oigo venir y no me pilla tan desprevenida.
-Mamiiii
-¿Quéee?(se me había olvidado que es condición "sine qua non"que yo conteste qué para que ella pueda seguir).
-El cerebro de la semilla que son los bebés antes de nacer, cuando están en la tripa
¿es igual de grande que cuando ya se hacen mayores fuera de la tripa?
-Las semillas no tienen cerebro y algunos mayores, tampoco.

Ejemplo número tres:
-No quiero ir al cole porque allí no me enseñan nada, el otro día ni una canción y yo quiero saber tanto como tú y M.(la chica que la cuidaba antes de empezar el cole cuando yo me iba a trabajar).Es que no enseñan ni a leer.
Angelito.
(Hay que reconocer que razón no le falta, a su edad a mi ya me enseñaban cuentas).

Luego están las disquisiciones en el coche, donde, de momento, aguanto sin DVD.
-Mamiiii.
-¿Quéee?
-¿Has tomado coca-cola?
-No, ¿porqué?
-Pues te dormirás.
-No tengo sueño, duerme tú si quieres.
-La madrastra de Cenicienta no dejaría que su hija durmiera mientras ella conduciera.
-Yo no soy la madrastra, así que duérmete.
-¿Mi cerebro necesita descansar y el tuyo no?
-Síiii, el cerbro infantil necesita descansar más.
-Cuando tengo sueño me gusta dormir.
-Claro, como a todos, cierra los ojitos cariño.
-Mamiiii
-¿Quéeee?
-La madrastra de Cenicienta y sus hermanas no hacen nada en todo el día.
-Es verdad, son unas vagas.
-Solo duermen y cantan....mal.
-Pues sí.
-¿Y porqué Cenicienta obedece y lo hace todo?
-Porque es buena y no tiene dinero para pagar una casa y comida.
-Y ¿porqué no trabaja como tú?
-Eran otros tiempos.
-¿Qué significa tiempos?
-Agggggg.

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