Hoy empieza oficialmente el verano, y pese a que éste año muchos nos quedaremos sin grandes viajes, soñar es gratis.
Un sitio de ensueño, para mí, fue Petra.Quizás porque todavía no habían estado los príncipes y que nos siguiera la estela la duquesa de Alba tuvo su aquel.
El aeropuerto de Aqaba ya impresiona, llegando, a un lado, territorio israelí, al otro, egipcio y el aeropuerto se encuentra en una franja intermedia de apenas dos kilómetros.A mi es que todo lo militar israelí me impresiona, oír Mossad y sufrir una impresión es todo uno(no voy a especificar que tipo de impresión que luego ya se sabe con los servicios secretos...).
El hotel estaba enfrente de la ciudad de Petra, y enfrente quiere decir enfrente.Llegamos demasiado tarde para ver el espectáculo nocturno , así que tras alcoholizarnos un poco(es lo que tiene ir a los países árabes, falta que no puedas beber para que te apetezca)decidimos L. y yo que madrugariamos para estar en la puerta en cuanto abrieran.El resto del grupo había sacado tickets para las diez.Como a mi las fotos me gustan sin extraños, decidí estar a las ocho en la puerta.Y no hay color.
Ya se me ha olvidado el nombre del pasillo éste pero recorrerlo al amanecer fue emocionante, la paz que se respiraba era excitante, el silencio era total.
Subimos donde no suben más que los que les gusta el trecking(con eso no quiere decir que sea difícil pero con calor es algo "pesao").Los lugareños mandan burros para que te adelanten cuando estás "asfixiao" para rematar la cuesta pero a mi subir en burro por el borde del precipicio no me ofrecía ninguna confianza(es lo que tiene haber visto muchas de indios rodadas por el cañón del Colorado).
Durante tres horas recorrimos lo menos turístico y lo recuerdo como algo mágico, ver todo aquello desde lo alto, solos....
Luego nos reenganchamos con el grupo, algunos se subieron en camello(hubo un momento que dudé en si me había teletransportado al Teide pero no), nos hicimos muchas fotos porque el paraje lo pide y tomamos té en un alto mientras las compradoras compulsivas le compraban a una española que había montado un chiringuito muy "ad hoc" con las pulseras de plata más bonitas del país, y sí, el diseño y el emplazamiento del local también se pagan en Jordania.
Esa noche, el personal estaba tan cansado que tampoco quisieron ver el espectáculo nocturno y como a mi ya me habían chorreado por ir de por libre por la mañana no me atreví a ir sola.Me arrepentiré "forever".
Al día siguiente estaba programada la visita al mini desierto de Wadi Rum.Dicen que aquí se rodó Laurence de Arabia pero si yo contara todos los desiertos en que me han dicho lo mismo....Es como la cantidad de lagos en los que se rodó"Lago azul"(un hito para mi generación, sin comentarios)o la cantidad de playas que se supone que tienen la famosa palmera del primer anuncio de ¿ron Bacardi?, aquella que ponía....Bahamas....
En fin, es curioso de ver si no has estado nunca en un desierto, la luz, unas pinturas rupestres y poco más, las "jaimas" de allí obviarlas, algo guarrindongas.
Si después podéis alargar al Mar Rojo para hacer submarinismo o simple "snorkel" ya puede pasar a ser un viaje de ensueño.Pero si solo tenéis la oportunidad de ver la ciudad de piedra, os aseguro que no se olvida.Eso sí, no vayáis en plena temporada como quien va al Rocío porque entonces pierde todo su encanto.