Dedicada a Papa Cangrejo que no entiende de dónde saco el tiempo para leer.
En mi caso es muy fácil, cuando viajo y soy viajante profesional.
"Mañana no será lo que Dios quiera" de Luis García Montero.Recomendada por el Chico de la Consuelo.Es parte de la biografía del poeta Ángel González.Hay mucho cariño y admiración de transfondo y es que el poeta debía ser una persona digna de admiración aunque solo fuera por sus principios.Quizás el hecho de ahorrarnos el tremendismo de ciertas situaciones hace que resulte un pelín "blandita", aunque probablemente esté hecho a propósito y haya quien lo agradezca.
"Amores que matan" de Isabela Simón. El nombre de la autora es el seudónimo de una conocida mía que vive "overseas" y lo leí del tirón en un vuelo de Barcelona a Londres sencillamente porque la conozco y no daba crédito a lo que vivió.Se lee muy deprisa porque ella estudió periodismo y/ o publicidad, antes de que se inventaran la carrera de "marketing" y no se recrea para nada en el dolor.
Partiendo de la base que se largó de Europa porque su novio la dejó a una semana de la boda para irse a Australia y salir del armario sigue admirándome su ingenuidad para caer en una más que truculenta relación y salir reforzada de ella.
"La pasión de Mademoiselle S".Lo más romántico de éstas cartas es que fueron encontradas por un diplomático francés en un desván casi cien años después de haber sido escritas.La crítica lo dejaba muy bien pero a mi no me ha gustado nada.El hecho de que solo estén las de ella hace que de la sensación de que él ( casado) pasaba, aunque lo lógico es que haya sido él el que las conservó. Y lo que por lo visto llama la atención es que se centra en el sexo anal y utiliza juguetes no muy comunes para esa época.Muy aburrida.
"Sin destino" de Imre Kertész. Lo leí yendo de Londres a Bolzano.Es cortito.
Lo curioso de éste libro es la manera en que lo cuenta.De campos de concentración he leído muchos pero desde el punto de vista de un adolescente ninguno.Su autor fue premio nobel en el dos mil doce y creo que incluso hicieron película.Me admira que al ser autobiográfica sea capaz de transcribir la sensación de lo que sintió entonces pese a que la escribió mucho después de acontecido.
"Apropiación indebida" de Lena Andersson.Se la recomiendo a Pilar y a todas aquellas mujeres que en algún momento de su vida han hecho el gilipollas ante/ para/ por/ con/ tras un tío a conciencia.
La autora es una analista política sueca y la manera en que lo relata es a través de la observación a si misma.Y lo borda.
Lo leí de Bolzano a Madrid.
"Instrumental" de James Rhodes.Brutal es el adjetivo que mejor lo define.Recomendable para cualquier amante de la música clásica y que no se asuste con una historia real por dura que sea.Tardé dos tardes enteras en leerlo, en Madrid, porque me empeñé en escuchar las piezas escogidas antes de cada capítulo.Lo leí porque en una entrevista dijo que Bach le salvó la vida pero que de escoger un autor sería Rajmáninov.
"Léxico familiar" de Natalia Ginzburg.Lo leí porque lo recomendaba Martínez de Pisón y pese a que la idea es muy buena para mi fue demasiado "italiano", sus referencias a mi no me decían nada.Éste ha estado en la mesilla de noche un mes.
"Los pescadores" de Chigozie Obioma.Una historia africana cien por cien.Y real. Muy recomendable para todos aquellos que os guste África y su manera de contar historias.Me lo leí en el AVE entre Barcelona y Madrid.
"El secreto de Joe Bould" de Joseph Mitchell.Describe a un personaje real que vagaba por New York en los cuarenta.Curioso.Lo lei entre New York y Boston.Creo que también se hizo película.
"La hija del optimista" de Eudora Welty.Parece una novelita victoriana solo que se sucede en Estados Unidos con las diferencias que ello conlleva.Pelín surrealista con toques rancios.
La leí en el viaje de Dresde a Madrid.
"Llámalo sueño" de Henry Roth.Un novelón.Lo curioso es que el autor no fue reconocido hasta que salió la edición de bolsillo, casi treinta años más tarde de haberla publicado, con lo cual, durante todo ese tiempo no escribió nada más.Es autobiográfica, su niñez de emigrante judío en el New York de los años veinte.La mezcla de "yidish" y "slang" en muchos párrafos hacen encomiable la labor de los traductores.Me lo leí de Boston a Madrid.Lo había recomendado o Enric González o Muñoz Molina en uno de los dos libros que ambos dedicaron a sus peripecias en la ciudad de la gran manzana.(¿porqué se llama la gran manzana?).
Y de Manuel Rivas
Mi conversación casual con él en la feria del libro a última hora de un domingo mientras chispeaba es digna de otra entrada.
¿A que es bonito el dibujo que me dedicó?.