viernes, 5 de octubre de 2018

LO QUE HE LEÏDO EL VERANO DEL DIECIOCHO.


La flor púrpura de  Chimamanda Ngozi Adichie.Me declaro fan desde ya de ésta nigeriana.Me han gustado mucho los cuatro libros que he leído de ella.Ésta es su primera novela y no lo parece.Realidad nigeriana en estado puro aunque Medio sol amarillo  me impactó más por el momento que narraba.

El almanaque incendiario de Montero González.Lo leí porque EDLC dijo que es el libro que le hubiera gustado escribir.Entiendo que es una pasión personal e intransferible, no obstante, me ha gustado.Yo lo describiría más como un diario-ideario muy interesante por contemporáneo(nació en el sesenta y cinco como yo) pero quizás a las generaciones más jóvenes no les interese porque no alcancen a ver su pose rebelde como algo realmente encomiable.

Ordesa de Manuel Vilas, me lo regaló una de las pocas personas con las que hablo de libros y me ha llegado, pese a que ella ni lo había leído.Es una historia personal donde he encontrado muchos lugares comunes y es que también es de mi generación, de Barbastro.
Por ejemplo:su padre daba mil vueltas con el seiscientos por aparcar a la sombra y jamás se puso unos tejanos.En el 72 estuvo en el hotel Monte Alba de Cerler, yo estuve en el 74.Un día se mira al espejo y ve a su progenitor, a mi me pasó justo antes de que muriera mi madre.Sus padres se fueron de viaje de bodas a Francia en el seiscientos, los míos también.
Os parecerá una tontería pero a mi esas tontadas me llegan.Es verdad que hacia el final da una vuelta de tuerca con su separación, relación con sus hijos y caída en el alcoholismo con la cual ya no me identifico pero tampoco se trata de eso.
Hay un párrafo que si me hubiera gustado escribir a mi por lo simple.Se refiere a sus padres muertos:
"El hecho de que jamás pueda volver a hablar con ellos me parece el acontecimiento más espectacular del universo, un hecho incomprensible, del mismo tamaño que el misterio del origen de la vida inteligente"
Y es que desde que mi madre murió lo único que atino a responder cuando me preguntan "¿qué tal?" es :"extraño, es muy, muy raro que una madre ya no esté".

Que nadie duerma de Juan José Millás.Me lo recomendó el autor en la feria del libro de Madrid cuando le dije que no había leído nada y que me llevaba el premio Nadal por eso.Y ahora ya no le daré la oportunidad a La soledad era esto.Ahí lo dejo.

El héroe de Manuel Rivas.Son doce escenas cortas de teatro de un legionario que estuvo en Sidi Ifni.
No puedo ser parcial porque de Manuel Rivas me gusta todo pero también entiendo que es algo personal e intransferible.

El ferrocarril subterráneo de Colson Whitehead.Premio Pulitzer 2017 y National Book Award(es la primera vez que con un mismo libro alguien consigue ambos premios).Va sobre esclavismo, bastante realista.

Metafísica de los tubos de Amélie Nothomb.Muy original pero muy raro a la par que deprimente, no sabría ni cómo calificarlo.Incapaz de recomendarlo salvo a aquellos que les gustan las experiencias raras(y ahí entender lo que os dé la gana).

Historias de Nueva York de Enric González.Muy fan de sus libros sobre ciudades en las que ha vivido, su estilo periodístico es muy ameno y muy acertado observando al personal.

Revolutionary road de Richard Yates.Sam Mendes hizo una película sobre ésta novela que trata de una manera muy norteamericana la relación de una pareja en los años cincuenta.O sea, entre lo que les gustaría que fuera y la cruda realidad, yendo de un extremo a otro.

Lugares que no quiero compartir con nadie.De Elvira Lindo.Es también como una guía no convencional de una periodista que ha vivido allí con el estilo propio de la autora.Y por allí quiero decir la gran manzana también.

El loro de Flaubert de Julian Barnes.Creo que éste es un libro para estudiosos de la literatura, reconozco su valor pero tampoco lo recomendaría.Me acabo de comprar La señora Bovary porque mi desconocimiento de Flaubert quizás haya influido en lo que me ha costado acabar el libro pese a su pequeño tamaño y su perfecta técnica.

La sombra del águila  de Pérez-Reverte.Se lo regalamos a mi padre el día del libro porque me lo habían recomendado dos de mis compañeros(de los pocos que leen) y me quitaba el sueño habérselo regalado sin leerlo.Es muy cortito y muy exagerado pero hay que reconocer que es una original historia ficticia basada en un hecho real(por otra parte, como todas las historias) de la campaña de Napoleón en Rusia con un batallón de españoles.

Un amor de Alejandro Palomas.El personaje de la madre y la relación con sus hijos sigue atrayéndome lo suficiente para leer cada trimestre un libro de ésta "pseudo-saga".

A éste paso no llego ni a la mitad de los cien que me había propuesto como reto éste año pero es que yo leo, mayormente, en los aviones, y me he pasado dos meses sin haber cogido ninguno de trayecto largo.
Si queréis dejar recomendaciones serán bienvenidas.Besos.


martes, 2 de octubre de 2018

IMPOTENCIA

Al ver al cocinero del colegio de mi hija con calvas redondas en la cabeza y saber que es por el esfuerzo que le supone dar de comer a mil quinientas personas con el mismo personal que hace diez años daba de comer a ochocientas.

Al ver a una mujer de ochenta años sentada en una silla de ruedas mirándome fijamente en la carnicería, sin ser capaz de devolverme la sonrisa, porque sencillamente la han aparcado encarándola hacia mi en vez de a la dependienta o al escaparate.

Al ver como una niña que antes saludaba a mi hija ahora sale del colegio con la vista baja porque no ha sabido gestionar bien los celos con una nueva alumna y sus compañeros de toda la vida no han tomado partido por ella en aras de un sentido de la justicia cruel por infantil aunque quizás merecido.

Al ver que un compañero que gana 175.000 euros al año y al cual pagaron una operación a corazón abierto en Monte Sinaí, se niega a jubilarse con sesenta y cinco años y dejar paso a alguien más joven si no le dan una indemnización porque él cree que lo vale.

Al ver a tanto personal a mi alrededor sufrir dolor continuo a causa de los efectos secundarios de la menopausia, de la esclerosis, de las metástasis.

Al ver la falta de voluntad de algun@s para comer sano y la intolerancia de otr@s porque no todo el mundo come tan sano como ellos.

Al ver como por la mañana la gente mata por meterse el primero en la rotonda a costa de saltarse señalizaciones, buenos modos y paz vecinal.

En fin, un día triste, supongo, pese a que luce el sol.