martes, 22 de septiembre de 2020

DE VUELTA

 Voy a intentarlo.

Volver a escribir de algo que no sea sobre libros o publicar solo fotos.(Ya tengo Instagram así que la faceta exhibicionista ya está cubierta).

Google no ayuda porque me ha vuelto a cambiar el formato de "blogger" por enésima vez.

He pasado una mala racha, y mientras no desaparezca la pandemia no me atrevo a lanzar campanas al vuelo(que me las imagino cayéndome en la cabeza para rematar).Una racha que empezó con la muerte de mi madre(otro día escribiré sobre la duración del duelo) y ha acabado con la menopausia en pandemia(que también da para otra entrada para solaz de Viveiro).En el interín he contraído una enfermedad crónica de pulmón(esto daría para otra entrada ya que los tuberculosos han generado mucha literatura) y he tenido que cambiar de coche porque el mío ya no podía circular (las ayudas del gobierno y los coches "eco"dan para otra entrada).

Pero a pesar de no trabajar desde hace un par de meses(durante el confinamiento ya estuve otros tres sin trabajar)ahora empiezo a ver la luz al final del túnel, sin dinero para pagar la letra del coche pero con risas.

Y aquí va el "quid" de la cuestión: las hormonas(porque otra explicación no tiene) me provocan risa floja en los momentos más insospechados pero especialmente cuando tengo que echarle una bronca a mi preadolescente churumbel(y digo pre porque con 1,70 de altura y catorce añazos no ha hecho el cambio,creo que está esperando a que yo me estabilice para que no se sature la cas de hormonas )o cuando hago algo mal y los de mi alrededor se dan cuenta.Me da por reirme sin contención hasta llorar y lo único bueno es que es contagioso, entonces todos contentos.Pero es muy raro.

Así que ésta entrada es a modo de tanteo, para ver si hay alguien al otro lado y si tenéis curiosidad por alguna de las entradas a desarrollar hacedmelo saber y empezaré por ahí.

Espero que estéis todos bien (Tita no me contestas y te tengo en mente).