También escribiría sobre el sentimiento de culpabilidad a la par que alivio que me acompaña cuando estoy con amigas con cáncer por no ser yo una del tanto por ciento de las estadísticas que lo padece rondando los cincuenta.
O sobre lo que me gusta estar con mi hija y lo que me aburre el resto del personal, así en general.
Pero mejor pongo fotos de mi último viaje que parece que al personal le gusta más soñar con lugares lejanos.
Y que conste que ahora mismo hay una línea de bajo coste que te lleva a San Francisco y te trae por menos de doscientos euros si lo sacas con tiempo(eso sí, ni agua te dan).Y sale desde Barcelona.Trece horas de vuelo directo a Oakland.
San Francisco(Jolisco para aquellos que vimos "el lago azul") huele a marihuana, como ningún otro lugar del mundo(Amsterdam ya no es lo que era).Y ves miseria como en ninguna otra ciudad del mal llamado primer mundo.Imagino que la temperatura junto con la cantidad de "hippies" que fueron para allá y allá se quedaron, debe influir.Pero es una miseria de locos, no es hambre, es enfermos mentales gritando por las calles y oliendo muy mal( y entonces ya nunca más te quejas de nuestro sistema social sanitario que no permite semejante barbaridad).
Pero si te limitas a las atracciones turísticas puedes evitarlo en gran parte.Y es que Alcatraz y el puente dorado que es rojo da mucho juego.
La visita a la cárcel por excelencia puede parecer el colmo del guiri pero los "rangers" que te la cuentan sacan esa parte de niño cinéfilo que casi todos llevamos dentro y te dejas llevar.
Ya desde lejos te llama.
¿Quién, de mi generación, no vio "La fuga de Alcatraz"?Aquí ves sus habitaciones, el agujero que hicieron con las cucharas, te explican que no se comía mal y alucinas con el sistema mecánico para abrir las celdas.
Éste pájaro creo que solo se da por estos lares.
Pero también se te mete la humedad en los huesos e imaginas qué debían sentir viendo la ciudad tan cerca y sabiéndola tan lejos.Y entiendes la locura de Al Capone, que aunque no hubiera tenido sífilis hubiera alcanzado de igual manera.
Y oyes las voces de testimonios reales, todo muy a la americana pero a los amantes del cine nos llega e impresiona.
Y todo tiene una foto y una historia.Ir con tiempo, y a primera hora de la mañana si no queréis sentiros como borregos, es más, hay que sacar las entradas con al menos tres semanas.