Y es muy raro.
Querría escribir muchas cosas pero no puedo, estoy cansada de tener que tomar antiinflamatorios para los estragos de las lloreras, de que mi hija haya pasado de no verme llorar nunca a que me diga:"¿De verdad mamá?, ¿otra vez?".Y le cuente a sus amigas que lloro hasta con los anuncios.
Y es que si con las hormonas y el embarazo ya se me aflojó la zapata del grifo, con la muerte de mi madre se ha acabado de descontrolar, y no hay fontanero que arregle esto...bueno...espero que el tiempo.
Dichosos los que creen porque ellos hallarán consuelo.
Ánimo, la vida son etapas, unas mejores y otras desafortunadamente peores, tienes a tu hija que te cuida, llora todo lo que tengas que llorar, hasta que te quedes seca y vuelvas a ver la luz.
ResponderEliminarAy pobre......se pasa, esa pena profunda se pasa. Luego quedan los recuerdos y la añoranza, el "te echo de menos"...pero esa profunda tristeza se pasa.
ResponderEliminarY ya sabes, llorar es bueno.
Pilar
Si te ayuda, llora lo que tengas que llorar, el cuerpo es sabio. Te mando un abrazo enorme, enorme, enorme. Estamos aquí (virtualmente o como haga falta) para lo que necesites, ya lo sabes. ¡FUERZA!
ResponderEliminarEs una fase por la que todos pasamos ante la perdida que tu has sufrido.
ResponderEliminarMe sucedió a mi tras la muerte de mis padres. Hasta entonces, yo raramente había llorado por nada ni por nadie. Ni siquiera un dolor físico realmente insoportable me arrancaba humedad en los ojos.
Pero entonces lloré a mares, procurando hacerlo a solas, eso si. Y sirvió para aflojar todas las tensiones y los sentimientos contradictorios que me sacudían por dentro, para reconciliarme conmigo mismo.
Hazlo, sin pudor, y sin vergüenza. Y cuando caiga la última lágrima, habrás pasado tu luto, y verás la vida de otra manera.
Un abrazo, y ánimo
Hay que llorar las tristezas para q no se queden dentro.
ResponderEliminarCreer no hace q no llores sino que des sentido a las lagrimas.
Abrazos mu apretujaos desde mañilandia.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSi el cuerpo y el corazón piden lágrimas hay que llorar, las cosas cambian y llegarán tiempos mejores. Un abrazo.
ResponderEliminarMi madre ha cumplido ahora 70 y tiene una marcha que se la envidian muchas cincuentonas, pero sé que un día no estará, sé que un día estará débil y enferma y llegará un momento en el que desaparecerá de mi vida y eso me aterra y me hace llorar ya desde ahora mismo.
ResponderEliminarLa muerte es una mierda, pero no hay escapatoria y hay que intentar asimilarlo con paz y con tranquilidad, y con todas las lágrimas que hagan falta.
Un beso y muchos ánimos!
Maribel.
Que suerte que llores! me alegro un monton.
ResponderEliminarYo he contado que sólo lloré grande por mi padre cuando me llamaron y pensé que ya había llegado el fin tras la enfermedad, y luego no volví a hacerlo durante años, hasta que empecé a hacerlo a mares escribiendo el blog.
Demasiado tiempo. Así que me alegro de verdad por ti, como te han dicho llora hasta quedar seca, y puedas amarla grande, sin dolor y de verdad desde el corazón, acostumbrada ya a vivir sin su presencia física, pero contando ya para siempre con su esencia. Ahora el dolor es tan intenso que aún no puedes verlo.
Te deseo llegues a ese estado lo antes posible.
Un abrazo apretaito
Pd. las fechas señaladas son una kk, yo me alivio mucho escribiendolo, o ignorandolo.