Muy bonito el paisaje invernal, los Alpes suizos una maravilla para esquiar o solo mirar pero esto es aburridísimo.
Y mira que yo me entretengo con bien poco pero con menos nueve grados el personal pasea poco y a mi lo que me distrae es la fauna.
Suiza es muy caro, un menú como nosotros lo entendemos son unos treinta euros y una cerveza en un sitio muy normalito son seis euros.
Por supuesto ellos tienen unos sueldos altos pero para nosotros pasarnos el tiempo libre tomando café, cervezas y saliendo a cenar es gastarnos las dietas y en esta misión estoy con dos compañeros que las dietas las quieren emplear en subir a esquiar los días libres( el tren y el "forfait" son 100 euros al día).
Así que en cuanto me cruzo con un español, portugués o croata le pregunto aquello de : ¿y que tal se vive aquí?, ninguno me ha contestado que bien, lo más común es que se encojan de hombros.
Me cuentan que aquí se paga por todo, que un camarero con experiencia y años gana cuatro mil francos suizos brutos que le supondrán una pensión de mil quinientos euros netos cuando se jubile pero que vive en un apartamento de una sola habitación, con su mujer, por el que paga ochocientos euros, a las afueras.
Que todo la ciudad es zona azul y que el transporte público solo es gratis para los turistas( en el hotel nos dan bono-transporte gratis).
Que las bolsas de basura son "standard" y carísimas porque en ellas se incluye un impuesto de basuras( si usas otras te denuncian los vecinos y la policia te multa).
Que el kilo de pollo es a treinta y cinco euros y el de vaca a ochenta.Esto no me lo cuentan, lo he visto en la carniceria, lo que me cuentan es que las famosas vacas suizas son estatales y así no hay competencia con el precio de la carne.
Que en los controles fronterizos si te pillan habiendo hecho la compra en Alemania o trayéndote el vino de Francia también te multan ( digo yo que habrá leyes que lo regulen).
Nosotros si fuímos un par de veces a Alemania a comer y beber a la alemana, por un precio razonable, y a la vuelta nos pararon pero no nos hicieron abrir el maletero.
Ya de paso, visitamos las cataratas del Rhin.Y es que era cruzar la frontera y desaparecer la nieve y encontrarnos con los pueblos llenos de gente.
Visitamos la biblioteca de saint Gallen que está entre las diez mejores del mundo pero no me dijo nada, fría, no apetecía ni coger un libro, una sensación muy rara.
La única semana que se ve vida es la de carnaval, en febrero en Berna y en junio en Ginebra, pero al día siguiente de acabados los festejos solo quedan restos de confettis entre los adoquines y dudas de si no habrá sido una alucinación.
A mi Ginebra, Laussane o Berna para un par de días siempre me habían entretenido.
Pero éste invierno ha sido la semana de Davos, diez días en Berna y entre medias Basilea y Zurich.
Bien es verdad que si los museos no cerraran a las cinco de la tarde a Basilea le hubiera sacado más provecho.
Pero lo dicho, un paisaje subyugante.Aunque cuando ves tanto cochazo de lujo, tanta joyería, tantas pieles y piensas en el lavadero de la banca suiza te planteas ¿de verdad estamos tan mal en España?
¿Comparado con qué?....veo muchísima más diferencia de clases en Inglaterra, más corrupción en Grecia o Italia, más problemática social en Francia, precariedad laboral en Alemania y sobre todo muchísima menos alegría en Suiza, pese a todo, con nuestra güasa y retranca vivimos mejor, lo cual no quiere decir que la cosa no esté muy jodida y sea francamente mejorable.