viernes, 22 de noviembre de 2013

MANNA-HATA

Cuando estás llegando a Nueva York por primera vez, lo que te sorprende es que solo ves verde.El avión está en aproximación y tú solo ves montones de casitas iguales con sus depósitos redonditos de agua.
Cogí el libro de Muñoz Molina "Ventanas de Manhattan" porque en la biblioteca no tenían "Todo lo que era sólido" y como me iba a Nueva York, me pareció apropiado.
Muñoz Molina no me apasiona, pero a veces, su melancolía general me apetece.
Lo que me ha gustado del libro es que describe exactamente las mismas sensaciones que sentí mis primeras veces en Manhattan, es tan exacto como cuando Buenafuente hace un monólogo sobre la compra en el supermercado el día que te toca el carro con las ruedas torcidas, y piensas que bueno para un momento no importa y para cuando te arrepientes ya lo tienes demasiado lleno.Es una comparación tonta, lo sé, pero es esa sensación de "sí, yo eso lo he vivido".
Mi primera vez yo iba muy, pero que muy reticente a que me gustara, en mi mentalidad pseudoprogre de aquel entonces todo lo norteamericano era el paradigma de lo que no tenía que gustarte.Pero la ciudad me pudo, los contrastes entre lujo y supercutre eran muy parecidos a lo que me ha llamado siempre la atención, o sea, los extremos.
Que sí, que en la mediocridad está la felicidad pero las genialidades son más entretenidas.Y si además te gusta el cine, estar en Nueva York es lo más parecido a estar en una película.
Que el autor del libro me haya recordado lo pasmada que me quedé al ver la libreria Rizzoli porque allí es donde coincidian Meryl Streep y Robert de Niro en "Falling in love"(Enamorarse en España) me animó a leerme el libro del tirón.Para muchos "los puentes de Madison" o "Que  bello es vivir" es la peli de llorar por excelencia, a mi me parecen unos pastelazos increíbles(lo cual no quiere decir que no llorar al verlas) pero "Enamorarse"....esa sí es mi peli fetiche de llorar.
Y así con todo, los olores, los ruidos de los generadores de los patios a donde siempre da la habitación de tu hotel, hasta que aprendes a pedir alta y con vistas, el frío, el calor, el olor del humo diez días después de la caida de las torres gemelas (eso no se olvida en la vida), la curiosidad malsana por acercarte al boquete, la música y sobre todo los edificios y los personajes.
Mi primera vez fue en el 86 y de entonces acá han cambiado muchas cosas pero hay otras inalterables.
Incluso el "nacked cowboy" sigue en Madison.
Lo único que no he podido compartir con el autor son los garitos de blues y no porque no me guste si no porque jamás he encontrado a nadie que me quisiera acompañar y francamente, soy atrevida pero irme de noche sola a Harlem (incluso el de ahora) me parece algo arriesgado.
Ver en la 42 mi primera lluvia dorada en vivo y en directo, a un mendigo hacer aguas mayores entre dos limusinas, a judíos ortodoxcos vendiendo diamantes como el que vende pipas, a famosos corriendo por Central Park, a personajes en apariencia normales dándote un "speech" sobre "vayaustéasaber", la obra de Edward Hopper en vivo y en directo, y tantas cosas....bien merecían una entrada.
Y que Muñoz Molina (o su agente, o su editor, o su mujer) escogiera el Flatiron como foto de portada me llegó, porque mira que hay edificios singulares por el mundo, pues éste es el mio.

Ciudad de contrastes, no hay árbol sin ardilla.

Esta es la vista que se puede tener desde el hotel, una vez aprendes a pedir.Por la noche era ésta otra, más espectacular si cabe,

Y vuelvo a echar de menos la desfachatez de ponerme a fotogarfiar a los persona-jes de frente.


Y esa sensación, compartida con M.M, de mirar a un negro norteamericano y ver todo el peso del pasado de su raza sigue ahí.
Y por supuesto, ese metro, que no es ni el ruso, ni el londinense ni el madrileño, es EL metro por excelencia.







Y esas fotos de última hora, con nostalgia ya.


viernes, 15 de noviembre de 2013

DES-AMOR

Köln, julio 2013.

¿Qué es lo primero que se os ocurre al ver a éste ser humano?

domingo, 3 de noviembre de 2013

Y VERANO III

"En" pudiendo, a mi me gusta coger las vacaciones en septiembre, y a ser posible cerquita, es lo que tiene viajar tanto por trabajo, que me dices de coger un avión y me sale sarpullido.
Y Bagur para unos , Begur para otros empieza a ser un referente.
Hará unos diez años que se inventaron la fiesta de los indianos, y tiene su gracia, los mayores del lugar se visten como tales, hacen baños con trajes antigüos(rollo baños de ola de Santander), dejan a los niños pintar la calle de sa Riera, taller de cestería, coches antigüos y por la noche todo el mundo se viste de blanco y sube al pueblo a beber mojitos, y cuando digo todo el mundo es todo el mundo(siempre hay cuatros despistados, pero solo cuatro) y bailar ritmos caribeños.
Es lo más parecido a nuestras fiestas de pachanga del pueblo que ha vivido mi hija y ella se bebe un mojito sin alcohol y aguanta hasta medianoche y le parece la bomba.




El trato es mañana cultural, tarde de playa, o a la inversa, que si no nos saturamos.Éste año uno de los descubrimientos fue Bellcaire del Empordá, un pueblín minúsculo, pero solo por la concentración de gatos a mi hija le llenó, y como a mi, ver piedras que no he visto antes me pone, todos contentos.Me lo recomendó Peter, de www.elguateque-mix.blogspot.com



La primera es verla y pensar :La sombra de los cipreses es alargada(que creo que lo tengo en pendientes)y/o Los cipreses creen en Dios que de cría me impresionó.
La segunda es por si algún filólogo me lo puede explicar y la tercera porque blogger ha seleccionado todas las fotos y bueno, tampoco está mal.

Hasta aquí, una idea de lo que han sido mis vacaciones, contarme las vuestras.
Sigo sin poder corregir, ni editar así que disculpad las faltas de puntuación.