Hay una diferencia entre ambos sexos, que ni las que están a favor de que hombres y mujeres jueguen en las mismas ligas deportivas me pueden negar, y esa es la afición por la mecánica.
Yo conozco a varias mujeres que les gusta el bricolaje, lo cual no quiere decir que semejante afición no me parezca tan absurda como escalar picos alpinos a menos treinta grados celsius, pero no conozco a NINGUNA que sepa de mecánica.
Yo soy mujer conductora, de las que se hace sola Madrid-Barcelona por la noche, en cinco horas y varias veces al mes, incluso se conducir moto(esto en Barcelona es obvio pero en Madrid es raro) y distingo una viela del delco(creo).
Os contaré mi última anécdota con el coche, con lo cual asumo ese comentario de:-mujer tenía que ser...
Saco el coche de la revisión y desde el taller me voy a Madrid, durante el trayecto hubo un momento que me olió a chamusquina pero pensé que era un coche al que estaba adelantando, al llegar aparco y hasta la mañana siguiente....que intento poner en matcha y el coche está muerto, muerto, ni un débil hálito que te haga suponer que es la batería, nada.
Llega el de la mutua con una batería portátil, ahora ya no hay que llevar cables, ni aparcar en paralelo el coche de ayuda, solo darle a la batería portátil.
Después de las preguntas-tipo para una mujer=inútil al volante, empieza a desesperar y me dice que hay algo(que obviamente no son las luces)que chupa tanta energía que solo me lo puede poner en marcha para que llegue a un taller eléctrico porque no carga nada.
Así hago, lo llevo a un taller eléctrico donde al cabo de dos días me lo desplazan a otro taller porque se ven incapaces de encontrar la avería y desde donde me llaman dos días más tarde y me dicen que la única solución es que lo lleve al taller oficial que allí tienen un robot que seguro acertará con la avería porque ellos no van a arriesgar a cambiar una pieza que cuesta seiscientos euritos para que luego no sea.En su favor está decir que ninguno de los dos me cobró nada, era tal la humillación de su ego mecánico(si hubiera sido en Barna por lo menos me hubieran cobrado el parking).
Me voy al taller oficial pensando que ya se me ha roto el presupuesto trimestral y a las tres horas me llaman.La conversación es la siguiente:
-Ya hemos encontrado la avería, se ha cortocircuitado el calienta-asientos del copiloto.
-Mi coche no tiene calienta-asientos, usted se confunde de coche.
-Emmmm, un momento por favor.
Tres minutos más tarde:
-¿Su coche es un V., modelo N.B., color metalizado, matrícula 1111AB?
-siiiiii.(en un susurro)
-Estoy sentado en el asiento del copiloto y tiene sendos calienta-asientos.
-Voy para allá.
Tres horas más tarde y ya "in situ".
-¿Ve ese simbolito con un asiento del que salen llamas y un regulador con cinco posiciones al lado?
Yo, ya en un tono mucho más suave:
-siii
-¿Tiene idea de lo caro que es ese extra?
Y ahí me pareció que su tonillo era el de :pobre marido el de ésta que se gasta la pasta en que ella tenga el culo caliente y ella ni se entera.
Así que le contesté:
-¿Y usted cree que yo me iba a gastar la pasta en calentar un asiento que ni siquiera es de cuero, viviendo en Barcelona(que no hace este puto frío)y llevar radio-cassette en vez de "compacdis"?.
Más tarde me acordé que el coche lo compré de segunda mano, o sea, que yo no había escogido los extras, pero bueno....gracias a la bordería que me caracteriza conseguí una rebaja¿no quería cobrarme la hora a noventa euros?, vamos ni un primer ministro corrupto...
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