viernes, 20 de noviembre de 2020

FOTOS DEL PRIMER DESCONFINAMIENTO

 Lo primero ir a ver el mar.

Garraf.
El campo, con la excusa del perro, no dejamos de pasearlo ni en confinamiento pero poder ir a otro municipio acompañada sin miedo a que te pillaran fue un subidón (raro pero cierto).
Visita al parque Güell sin turistas, con el cielo limpio y sin pagar.No se podía pedir más.
Y después al Borne.Pasión por Santa María del Mar.(Incluso antes del libro de Falcones).
Y disfrutar de la lluvia.
Y de los atardeceres en la calle.
Y más mar.
Y puede que la mayoría no hayan aprendido nada, pero yo doy fe que sí.Otra cosa es lo pronto que lo olvide.

12 comentarios:

  1. Muy lindas fotos. Quizá la esperanza sea esa, que algo quede en la memoria. Saludos.

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  2. El mar que más cerca me pilla estaba masificado, así que esperé un poco más para ver un atardecer en la playa de otro municipio. Fue lo que más había echado de menos, mis sesiones de marterapia, ya que todos los días lo tenía a la vista (trabajo cerca). Visitar el casco histórico de mi ciudad sin turistas también fue una pasada. Un besote!

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  3. Volver a ver ciertas cosas después del encierro fue un poco como verlas por primera vez, ¿eh? Yo tuve esa sensación con algunas.

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  4. que bonito se deja ver el mar
    entre las casas blancas
    bss

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  5. El sábado bajé a comer por el centro de Madrid, por el barrio de Las Letras y la ciudad estaba preciosa; lo "bueno" (ya sé que en el fondo no es bueno), es que no hay turistas y aunque había bastante gente, la ciudad se ve más "limpia" y estaba preciosa.
    Lo "malo", muy "malo" que había mucho pequeño negocio cerrado.
    Ah y me alegra mucho que este año te hayas olvidado de nuestro cumple, me hace sentir menos mal por las millones de veces que me olvido yo :)
    Pilar

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  6. Totalmente de acuerdo contigo en todo. Qué sensación salir del pueblo y no por trabajo. Ir por fin a 50 km que era la otra comunidad, y ver al fin a mi familia. Bajar a Madrid y notar aún el silencio. La falta de turistas, los hoteles y tantos negocios cerrados. Agridulce.
    Luego el ansia por el mar y nuestro Chiclana querido, que creíamos no llegaríamos. El verano más intenso, haciendo lo mismo de nuestra vida.
    Yo sí creo que somos mejores. Lo veo cada día. Al menos, la mayoría.

    Muac!

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