Una cosa curiosa es que a raíz de tenerse que quedar en casa, hay personas que me preguntan:
-Pero ¿tú qué haces cuando no trabajas?, tienes mucho tiempo libre.
Pues te diré que hasta ahora que llevo casi un año sin trabajar (y digo casi porque he trabajado veintinueve dias desde el pasado quince de marzo) no me había aburrido.
Pero ¿qué haces todo el día?.
Pues lo mismo, imagino, que esas madres como la mia que dejaron de trabajar fuera de casa para dedicarse a "sus labores" (tremendo epígrafe).
Te cuento ésta semana que ni tiempo he tenido para leer que es lo que de verdad me gusta.
Lunes: Después de llevar a la niña al cole, desayunar y ducharme (que imagino los que trabajan hacen antes de las ocho, yo lo hago después)limpio la casa (no tengo asistenta así que pongo lavadora, plancho la anterior, hago el baño, barro y quito el polvo)y hago ejercicios respiratorios.
Todo esto puedo hacerlo mientras hablo con P. que me llama tres veces porque aprovechando que su hijo adolescente se ha metido en temas de trapicheo, su ex ha decidido que si lo internan ya no va hacer falta que le pase a ella la pensión pese a que tiene ella la custodia.(Entenderéis que da para toda la mañana)
Por la tarde llevo a mi hermana a una cita médica antes de ir a recoger a mi hija de atletismo.
La comida y la cena de los lunes suelen ser sobras porque no hay mercado de frescos.
Martes:Me llama a las diez B. que está en casa confinada con un tratamiento post-cáncer que la deja sin defensas y fiebre dos de cada cinco días.Nuestras hijas van juntas a clase e intentamos aclarar conceptos porque la suya tiene ciertas dificultades debidas a su sordera, hidrocefalia y demás patologías asociadas.
Ella tuvo otro cáncer hace años que le dejó las cuerdas vocales muy dañadas y le hago repetir frases enteras.
Ese día hago comida y cena de puchero porque no me ha dado tiempo de comprar para que por la tarde podamos ir a visitar a mi padre que con sus ochenta y siete años vive solo.También paseamos al perro de mi hermana.
Miércoles:Me llama otra B, le han robado el cojoteléfono en el ascensor de la Ruber, se cabrea cuando a mi me da la risa pero es que es el cuarto teléfono que le roban y a eso hay que añadir otros cuatro que ha perdido.Me dice que es que ella vive en Madrid centro (yo viví diecisiete años y es verdad que me robaron dos veces la cartera pero el teléfono nunca) y que si la Ruber me parece un sitio peligroso.Le echamos la culpa a Ayuso.En Barcelona yo no pude entrar en la clínica privada, donde fui a acompañar a C. a que le quitaran un polipo, porque la sedación no era total.Y en la pública hay un "segurata" en la puerta que te pide le enseñes la cita para cruzar la primera puerta.Pero en Madrid los ladrones están dentro de los hospitales descontrolados.
Aprovecha para despotricar de la empresa, los compañeros, cargos nuevos y demás.
No entiende que le pregunte qué iba a hacer en la Ruber ni mi interés médico por sus males.Confunde hepatólogo con patólogo y tenemos un diálogo propio de besugos y largo.
Se me hace tarde para ir a comprar los frescos (no suelo congelar más que los helados).Cuando vuelvo hago comida, la como, siesta y cuando me espabilo me pongo a hacer croquetas para la cena para que mi churumbel cene en cuanto volvamos a casa que los miércoles con alergía vuelve matada.
Jueves:Compro en el súper(eso que el común de los mortales hace por inernet o el sábado por la tarde)y me lleva un par de horas.Luego llamo a R.que después de catorce días confinada sola con covid, a diez minutos(literales) de darle el alta, le dió por mover una mesa y se quedó clavada con una lumbalgia aguda,
No ha podido ni subir a la planta de arriba que es donde está el baño y se quedó a dormir en el sofá.Con ella de normal son dos horas de teléfono.
Volvemos a visitar a mi padre y vamos a comprar "abalorios" porque mi churumbel éste año se disfraza de "cani" porque pasa de ir de "choni". Cuando llegamos a casa tengo media hora libre y no atino más que a barrer.(Mi hija dice que tiendo a darle demasiadas vueltas a todo).
Viernes:Me llama J. depués de dos años sin hablarnos me pide si podemos comer el sábado porque su hija (íntima de la mia) está en un centro para anoréxicos con un intento de suicidio a sus espaldas y quiere avanzar en su vuelta a la normalidad.Ésta conversación me altera especialmente pese a que ya lo sabía, diferimos mucho en cómo actuar con los niños, él es más partidario de no hacer aspavientos y yo de coger el toro por los cuernos.
Ahora voy a comer fuera con tres amigas que desde antes de fiestas no hemos podido hacerlo y estoy dándole vueltas a si seremos capaces de tener conversación pre-covid.Y por la tarde tampoco cocinaré porque en el confinamiento instauramos los viernes de pizza de lo harta que acabé de cocinar.Así que igual ésta tarde tengamos tiempo libre.
He de decir que admiro profundamente a aquellas mujeres que son capaces de trabajar diez horas diarias, llegar a casa y ponerse a hacer costillas con patatas, limpiar, ayudar con los deberes y tener una vida de pareja decente porque yo sería incapaz.Si encima me cuentan que leen, van al gimnasio y ven series tiendo a desconfiar porque no me dan las horas.(De los hombres no puedo hablar porque no conozco a ninguno que haga todo eso).
Como dice mi churumbel hace falta un adulto por niño y más si quieres comer sano porque eso es de lo que más tiempo me lleva(no he llegado a la moda de la cocción lenta pero casi).También es verdad que soy de tensión baja que eso siempre ayuda con el "tempo".
El fin de semana si leo, vamos al monte y vemos una peli diaria, hacemos el pan y algún dulce.Éste fin de semana con el cambio de confinamiento municipal a comarcal si se cruzan los astros y no llueve podremos ir a la playa, a la ciudad todavía no.Sueño con ir a ver la peli de Coixet, la "performance" de miss Beige o la exposición de fotografía de turno...pero tendrá que esperar.
Porque el gran problema de no trabajar y estar confinada es que tengo menos vida y entonces le doy muchas vueltas a los problemas de los otros e inventar soluciones hasta que caigo en la cuenta de que no me llaman para que solucione nada, solo para que escuche y eso si puedo hacerlo aunque me quite algo de tiempo libre.
Vamos que te pasas el día al teléfono..
ResponderEliminarEl chucho tiene nombreeee
Es por mantenerlo en el anonimato al "cani".
EliminarEl chuco mola. Yo trabajo y tengo tiempo libre, pero qué mal lo gestiono. Contemplo cómo hay quien, como dices, trabaja diez horas y llegan a todo, y yo con menos llego lo justo. Un besote.
ResponderEliminar¿Eras maestra?
EliminarEl "chucho" mola mucho.
ResponderEliminarY si, la gente no quiere que le solucionen los problemas, que la verdad es que estaría genial...pero ya con que escuches y estés, es mucho.
Y yo tampoco entiendo a esas súper madres que pueden con todo; me dan envidia la verdad.
Y Gracias, P.
A mandar...
EliminarYo cuando trabajaba hacía mas cosas que ahora, de todas formas no ir al trabajo no significa no hacer nada.
ResponderEliminarDebe ser que ellos no se imaginan sin trabajar.Tendrán poca vida interior.
EliminarCuando no se trabaja, al final, caen más cosas que si trabajaras. Esto es así.
ResponderEliminarEres gran amiga, por otra parte.
Yo trabajo fuera muchas horas pero dentro y afortunadamente, menos, por qué el santo está en casa ocupándose de ella y de la mayoría de deberes. Así que cocino bastante (que para mí, sabes que es ocio casi siempre) recojo ropa, compro y poco más.
Si no lo tuviéramos repartido, imposible.
Bss
Como dice mi churumbel:hace falta un adulto por niño.
EliminarY si te gusta trabajar en casa pues eso que tienes ganado.