UN PINTOR Y SU CASA

Como en otra vida debí dedicarme a guía turístico, este mes he ido dos veces al museo-casa Sorolla(aquí los valencianos hacen la ola).
Fue su vivienda, y su pintura gusta a casi todos, así que resulta recomendable para ir con niños y personal poco docto en arte.

A mi me gusta la luz y el mar (aunque también las montañas y las tinieblas) pero no es eso lo que me atrae de Sorolla, lo que de verdad me llega es el amor que sentía por su mujer, sin ser la obsesión que sentía Dalí por Gala, aquí va la muestra.

Yo supe que el último hombre de mi vida me quería, más allá del deseo, cuando se interesó por ver mis fotos infantiles, cuando intentó captarme él mismo en fotos, cuando al abrir los ojos en duermevela me encontraba los suyos mirándome como si quisiera fijarme en su retina para luego pintarme antes de perderme.No sé si con el paso de los años hubiera seguido mirándome como está claro que Joaquín seguía viendo a su Clotilde, pero es esa complicidad, ese cariño de las parejas mayores lo único que promueve en mí la envidia.

Ya, si me tocas la vena maternal, me tienes ganada, y está claro que eso a Sorolla también se le daba bien.

Por supuesto, mi churumbel de cinco añitos tiene otra percepción de lo que en arte resulta interesante, así que aquí van sus fotos.

.Con esta última  os direis(bueno no os direis nada, pero ya me lo digo yo),bueeeno, no todo ha sido en vano, al menos se ha fijado en un cuadro.
-¿Qué te ha llamado la atención de este cuadro cariño, la luz, la composición?
-No, que hay dos con cara y dos sin cara y que el bebé lleva el culo al aire.
-Ahhhhh,(al menos me ha salido observadora).Se me olvidó enseñarle el autoretrato que te sigue con los ojos(esa técnica, creo que Velazquiana, siempre me ha llamado la atención.)

Y ahora sí, os pongo unos cuadros que  a  casi todo el mundo gustan, entre otras cosas, porque son muy fáciles de reconocer.