DE PASIONES Y PROFESIONES

Yo soy más bien visceral pero también pasional, aunque debo tener cierto don para el disimulo porque nadie me define como lo segundo.
El caso es que cuando me gusta algo, me gusta y lo hago mío, y me joroba que luego vaya y se ponga de moda y le guste a todo el mundo, me pasa con la música, con los libros, con los lugares.
Pero comparándome con mi alrededor creo que lo que no tengo son obsesiones, salvo las compulsivas de ¿habré apagado el gas?¿llevo las llaves?¿´que hora es?.

Tengo mis músicos favoritos pero no tengo todos sus discos ni voy a todos sus conciertos.
Tengo mis escritores preferidos pero de ninguno tengo toda su obra, salvo que ésta sea brevísima(el caso del autor del centeno) o la Nemirovsky(que ni siquiera me gusta pero lo tenía que intentar).
Tengo mis restaurantes y bares preferidos pero pueden pasar años entre una visita y la siguiente.
Tengo mis actores preferidos pero jamás he forrado carpetas con ellos ni he pasado la noche a la puerta de un hotel para verles, ni veo todas sus películas.

Me gusta la fotografía pero no me apunto a todos los blogs especializados e incluso si un día veo algo fotografiable y no llevo la cámara pues no pasa nada(aunque me jode bastante, la verdad, pero es que lo de llevar un kilo más de peso en el bolso empieza a resentirme el hombro).

Ningún deporte me ha fascinado más allá de probarlo,hacer algún curso y practicarlo cuando me apetece.
A lo que voy, que a mi alrededor todo el mundo tiene obsesiones, a las cuales mal disfraza con los nombres de "hobbies", "aficiones", "pasiones", "costumbres" o "herencias".Y la pregunta del día es ¿cuales son vuestras pasiones irracionales(no vale la cursilada de dedicarme a los mios, que os veo venir)?.

Y de profesiones, aunque no viene a cuento, me he acordado leyendo al guardián del faro.....¿porqué en todas las encuestas sobre profesiones que te gustaría practicar, siempre hay alguien que contesta "sexador de pollos"?
¿Alguien ha visto en realidad a un sexador de pollos, en plena faena, antes de contestar semejante gilipollez?.

A lo que voy, a mi se me ha ocurrido, después de mucho pensar, que una profesión que no me desagrada es la de "probador de alimentos para millonarios".

Es fácil, se puede acompañar de una formación de dietista y solo se necesita olfato y mucho estómago.
Estómago para estar rodeada de gente sin escrúpulos, porque ¿qué millonario contrata a alguien para que pruebe la comida antes que él para ver si está envenenada?.
Claramente alguien muuuuuuuy malo o alguien muuuuuuy enfermo(rollo Howard Hughes).
Yo tengo olfato, no tanto como para poder dedicarme a la enología o a la cata de aceites pero si para oler algo raro en la comida o la bebida.
La parte buena del trabajo es que viajas, mucho, porque en casa el millonario confía en sus proveedores, cocineros y servidumbre varia, pero a tí te necesita cuando va al extranjero y no quiere acompañarse de la cohorte que se dedica a su alimentación sin resultar maleducado con sus anfitriones y ahí estás tú, te presenta como asistente y punto pelota.Y como soy mujer, siempre me servirían primero, como en el bolso me cabe de todo(una vez he sacado la cámara), llevaría reactivos para hacer algunas pruebas, antídotos básicos por si acaso y a vivir a todo plan, aviones privados, hoteles con piscina en el último piso, spas interminables, vueltas varias al mundo.

La verdad, que mejor dejarlo en dietista a secas y si luego te piden que hagas un masaje pos vale, no suena tan disparatado como el riesgo de morir envenenada por un salvar la vida a un Gadafi cualquiera,