Hoy he visto una foto del declive personal de Mel Gibson y ya no consigo dormir.Y es que el hombre de mi vida se parecía mucho a Mel, ya no solo fisicamente, hubiera envejecido igual, esas entradas, el rictus de la cara, ese principio de barriguita, si no también su forma de ser.
Su forma de ser, en los personajes que más fama le dieron(lease Conexión Tequila y Arma letal)porque en la vida real cualquier parecido hubiera sido pura coincidencia.
El hombre de mi vida tenía principios al estilo del personaje de Tosar en"Celda 211" pero jamás se le hubiera podido tildar de machista.
Como Mel, emigró de crio movido por la necesidad de sus progenitores, pero el hombre de mi vida tenía ya doce años y la llegada a Barcelona un día lluvioso y gris, después de la travesía en barco desde Brasil, no la olvidaría jamás.
La carencia afectiva que le marcó(siempre hay una)fue que su padre no le quería.No era una percepción personal, doy fe de que su padre le odiaba y le machacaba verbalmente hasta unos límites inhumanos.¿La causa?Yo creo que no era hijo suyo, pero eso es algo que nunca me he atrevido a preguntar a su madre, más que nada porque me consta su capacidad para la mentira.
Podría contar mil anécdotas para definirlo pero no consigo recordar un diálogo completo, solo recuerdo olores, así que imaginaros la primera escena de "Conexión Tequila", la del cigarrillo y ese era él.
Le encantaba "Mad Max" y fue jardinero como "Tim", incluso se podría haber enamorado como "Tim".
Su soledad era comparable a la del protagonista de "Eternamente joven" y siempre dijo que no llegaría a los cuarenta, se quedó en los treinta y ocho.
No fueron fáciles los doce años que estuve con él, pero no los borraría de mi vida.
Dicen que el luto por un ser querido y cercano duele una media de un año, a mi me dolió exactamente dos años, un mes y cuatro días.
Desde que murió, estuve todo ese tiempo despertándome a la hora que creo que dejó de vivir, las cuatro y cuarto de la madrugada, hasta el día en que nació la niña de mis ojos.
No me duele haber superado el dolor intenso pero me da mucha rabia haber olvidado el peso exacto de su corazón, porque sí recuerdo que en la autopsia lo destacaban como extraordinariamente grande.
De Gibson yo me quedo con "El año que vivimos peligrosamente".
No sé qué decir, no tengo palabras ante tan emotivo post. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarEl proceso de superar el dolor implica el olvido en un cierto grado. Olvidas cosas que en su momento fueron muy importantes, cosas que nunca creíste que se borrarían de tu memoria. A veces pienso en mi pasado, en Micaela, y descubro que ya no me acuerdo de ciertas partes de nuestra relación, y sin duda es mejor así. Porque si las tuviera plenamente presentes en el momento actual, solo harían que estorbar. Asumo que así debe ser, aunque no deja de fastidiarme olvidar.
ResponderEliminarQué quieres, somos seres contradictorios...
Como dice la pequeña Meg, es un post realmente emotivo.
Yo doy fe de que tenía la misma cara que Mel Gibson, pero el cuerpo... lo que pagaría Mel Gibson por haber tenido nunca ese cuerpo... si hasta las amigas de tu madre se plantaban palmeras para poder ver como las podaba subido a los troncos!!
ResponderEliminarY lo demás, en fín, no sé que decir, el hubiera sido féliz en el paraiso, allí dónde todos nos desesperaríamos, allí dónde no hay nada que hacer mas que VIVIR ( con mayúsculas)y eso los demás no lo sabemos hacer muy bien.
Uf y paro ya!!
Pero lo tuviste...
ResponderEliminarMuchos nunca sabrán lo que quieres decir.
Un gran abrazo
No te dé rabia haber olvidado el peso de su corazón, como decías; no has olvidado lo más importante: los sentimientos (están en cada punto y cada coma de tu post).
ResponderEliminarCada persona importante que perdemos nos deja mucho de sí mismo. Aunque esto no siempre nos sirve, porque lo que querríamos no es tanto recuerdo, sino tocar a la persona.
Pienso como Guardián del Faro, que, durante doce años tuviste al hombre de tu vida y él te tuvo a tí. Y que no todos pueden saber lo que es eso.
Un abrazo muy muy fuerte
Vaya...de la frivolidad de Ricky has pasado al hombre de tu vida...y de que forma. Me ha impresionado. Puede que su corazón pesase el doble que el tuyo porque, a veces, cuando uno se va, lo hace sin saberlo con dos corazones en vez de uno.
ResponderEliminarY ya que la mencionas, dale un beso a "la niña de tus ojos" que el otro día, como tengo enchufe, me pasó Ro un par de fotos suyas. Pero que guapetona y graciosa está!! Lo que te diga me quedo corto y para tí un beso enorme.
Un post muy bonito. Y una experiencia durísima. Aunque eres afortunada; mucha gente no llega nunca a conocer al hombre de su vida. Un besote.
ResponderEliminarCoincido con la Dra Anchoa...hay much@s que no tenemos un "hombre/mujer de nuestra vida"....(aunque SI tenemos fe en que todavía aparezca!!)
ResponderEliminarUff!! Jo…er, no se que decirte!! Sabia que le habías querido mucho!! Fue el hombre de tu vida, porque desafortunadamente, el que conociste después, no merece mucho la pena, (ya sabes lo que pienso de él).
ResponderEliminarPocas veces he estado enamorada, (mi primer amor fue a los siete años, y me duro hasta los diecisiete, el segundo, de los diecisiete a los treinta y uno, que fue con quien me casé, tuve hijos y me divorcié hace unos once años. Los amé mucho, pensaba que eran “el hombre de mi vida”, pero hace un par de años me volví a enamorar y siento que mi gran amor es con quien me encuentro ahora, el es el hombre de mi vida, de quien estoy enamorada).
Un beso, estoy convencida, que siendo como eres y creyendo en el amor, volverás a encontrar al hombre de tu vida.
Pequeña Meg:gracias por el abrazo.
ResponderEliminarJantón:Lo sé, lo sé, si no olvidáramos no viviríamos.
Guardián, María, dra.Anchoa y Pilar:No sé si es mejor haberlo conocido o no, porque no puedes echar de menos lo que desconoces.
Rosa:Haces bien en recordarme que el último hombre de mi vida no merece la pena porque es otra cosa que se me olvida y ahora que está mandando mensajes desde Beirut necesito fuerzas para no hacerle caso.
Rober:Ya estoy pensando alguna otra frivolidad para quitarle dramatismo al blog.
Supongo que estará en una de sus habituales crisis personales y entonces se acuerda de lo que podría tener si no hubiese sido tan cobarde!! lo siento, pero yo no tengo tanta paciencia, sobre todo con los cobardes como él... mándale a hacer puñetas...
ResponderEliminarEl dolor de ver marchar así al amor de tu vida debe ser inimaginable.
ResponderEliminarLa verdad es que me has dejado sin palabras con este post, me resulta increible como puedes describir todo sin exceso de dramatismo. Mi mas sincera enhorabuena, por todo. Por escribir así y por la fortaleza para seguir adelante.
Gracias Neko.
ResponderEliminarNo podía dejar de pasarme, me dejaste muy intrigada.
ResponderEliminarUffff, qué duro pero eres afortunada al haber compartido doce años.
Yo estuve muchos meses despertándome a la hora en que murió mi padre y no había conocido a nadie que hubiese pasado por lo mismo, me creía un bicho raro.
Un besito y menudo post, uffff.