TERAPEUTA

Una mujer llega a la consulta de una psicóloga.Tras las presentaciones esta pregunta:
-¿Para qué has venido?
-Tengo ansiedad con la comida.
-Pues no estás tan gorda.

La mujer pesa setenta kilos y mide 1,60.La psicóloga pesa ochenta y mide 1,50.


-Bueno, puede que no esté tan gorda(viendo el volumen de la psicóloga) pero a veces he llegado a provocarme el vómito.
-A mi no tienes que contarme tu vida, aquí no vamos a hablar del pasado ni nada por el estilo.
-Ya, pero es que como en casa no tengo de nada para no caer en la tentación, hay noches que a las tantas de la madrugada me levanto, me visto y me voy a la gasolinera a por mil guarrerias que me como, y al volver a casa me provoco el vómito, y eso si me parece un problema.
-Claro, sí, sí, algo hay que hacer.Mmmmmm.Debes ponerte una gomita(de las de pollo) en la muñeca y cuando te entren tentaciones, la estiras fuerte y sueltas para que te duela.
-Errr,¿como un castigo a un perro, que le das cuando se hace pis?
-Sí, algo así, y cuando superes la tentación te das un prenio.
-¿Chuches?.
No mujer, comida no, te compras un bolso, unos zapatos, unos pendientes, un foulard, y si en ese momento no puedes ir de compras lo dejas para más adelante pero no dejes de regalarte algo por cada día que superes la prueba.
-Pues no acabo de verlo claro, así sin más, yo pensaba que a lo mejor arrastro demasiada presión .....
-Mira, ya se que me repito mucho pero ¿tú sabes quien era Freud?
-Bueno, estudios superiores si tengo.
-Pues olvida todo lo que hayas oido sobre él, no sabes cuánto daño hizo ese señor a la psicologia.
-Estooo, pero es que a mi esto de levantarme a las cuatro , sea verano o invierno, atacada porque no tengo galletas o donuts en casa...
-Uuuuy, a mi me vas a contar.
-Ya, ¿y no hay nada que me pueda ayudar con la ansiedad?
-¿Tú crees en la homeopatía?
-Ehhhh, no mucho.
-Pues te voy a recetar unas bolitas y en una semana deberías notar los efectos, pero no creo que a ti te pase nada.

Estuvo un rato más repitiéndo lo de los golpecitos con la gomita hasta que se agotó la media hora de la visita, por la cual solo cobró setenta euros y hasta luego Lucas.