Está muy borrosa pero hice la foto para luego buscar la película que recomendaba.Dado que no descargo películas me está costando encontrar la película lo mismo que un libro descatalogado.
El caso es que al releerlo me llama la atención que no se ve el nombre de la autora ni el periódico.Y me da rabia porque el artículo da para una entrada en condiciones.
En realidad recomienda dos películas. "Hannah Arendt" de Margarethe von Trotta y "el caso de Fritz Bauer"de Lars Kraume.
Ambas tratan sobre Eichmann y creo que la von Trotta estuvo como corresponsal en el juicio en el que se basa la segunda.
Pero de lo que iría mi entrada, en caso de escribirla en condiciones,es de una frase que entonces subrayé y que ahora estoy pensando en poner en mi perfil, estado, muro y todo lo que alguien quiera identificar conmigo.
Y es la frase que en su día desarrolló la cineasta.
Redoble de tambores....fin del redoble.Y ahí va:
"La ideología ciega a la inteligencia".
Me convenció y en estos dos últimos años he podido cerciorarme de que es un hecho incuestionable, indiscutible e irrevocable.No he encontrado un solo ejemplo en todos los ideólogos e ideologistas(lo que quiera que eso signifique) que me rodean que me lleve a pensar que no es una frase acertadísima.
Y la manera en que lo desarrollaba su autora impecable.
Venía a decir que la ideología está ahí para ahorrar la labor de pensar y que los regímenes totalitarios saben que las personas son capaces de seguir una ideología antes que a su corazón o a su cabeza y si controlas esa ideología controlas a las personas que la siguen.
Y visto todo lo que vivimos a nuestro alrededor mi siguiente pregunta sería ¿qué necesidad tiene el personal de pertenecer a un grupo determinado?¿porqué tantas personas, algunas incluso con mundo y estudios siguen empeñándose en seguir una ideología?...a mi se me escapa.
¿Alguna idea?.
Coincido en que cuando se abraza una ideología con fuerza, se pone al cerebro en "modo pausa".
ResponderEliminarLlevo años estudiando un fenómeno como el nazismo a través de la mirada de historiadores solventes como Richard J. Evans, y hasta hace poco me había costado entender como un pueblo culto y desarrollado como lo era el alemán de 1.933 pudo echarse en brazos de la maldad absoluta sin apenas resistencia.
Porque viendo lo que estamos viviendo aquí y ahora, empiezo a entender como sucedió todo aquello.
Quizás la "teoria del circulo" de Freud nos puede dar pistas de como gente de un cierto nivel mental suicida su propia inteligencia.
La sensación de compartir un objetivo común ilusionante, una vía de salida de una vida oscura, arrinconar las frustraciones personales y sublimarlas por una causa, una vida personal en la que se echa en falta trascendencia, substituir una fé religiosa perdida....
Puede haber motivos variados, pero ante todo existe el magnetismo que ejerce un grupo, la sensación de comunión de todos con el fín que se persigue, una sensación de embriaguez colectiva.
Doy gracias a que la vida por motivos casuales, me convirtió en un escéptico desde muy joven, y ver que las ideologías solo esconden el afán de poder y la ambición de poder de los que dirigen "el rebaño".
Pero por desgracia, siempre hay quien quiere sublimar sus carencias personales y sus frustraciones entregándose a una "causa sagrada".
Malos tiempos para el pensamiento crítico.
Un abrazo.
¿Alguna idea para entender del todo al ser humano? Ojalá.
ResponderEliminarEl artículo es de Elvira Lindo en El País del 28 de mayo del 16, en la sección Estilo. Es lo único que se me ocurre decir...
https://elpais.com/elpais/2016/05/26/estilo/1464281402_070452.html
EliminarBingo!
En el último libro que me he le ido de Pinker habla justamente de eso. Habla de experimentos matemáticos sencillos en los que cuando no hay ideología son fáciles de resolver, pero que cuando aparece (control de armas, aborto, pena de muerte) la gente deja de razonar y se equivoca en operaciones simples.
ResponderEliminarMe parece muy interesante y es algo que siempre me he preguntado, y más, como dicen por aquí, con los tiempos que corren.
ResponderEliminarBesos.
Yo pienso que ideología e inteligencia no son incompatibles. Creo que la frase busca más ofender al que se mueve por ideologías que otra cosa (como cuando alguien te dice "no hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de que...").
ResponderEliminarLa ideología, como dice Rodericus, puede ser "una vía de salida de una vida oscura" y creo que es lo que está pasando ahora. Delante de la sinrazón en la que vivimos en este país, algunos han querido tomar otro camino y algunos otros se les han unido por asco y cansancio. Llámale ideología o llámale -vamos a intentar cambiar algo-.
Otra cosa es que no te gusten las motivaciones o no estés de acuerdo con esa manera de pensar, pero de ahí a negarles la inteligencia, va un trecho muy largo.
Besoteeees!!!
La utopía esta sobrevalorada. Demasiados cielos que nos empujan a prescindir de la gente de la tierra. Demasiados libertadores q nos llevan a dictaduras. Demasiados éxodos sin tierra prometida. Demasiadas naciones, demasiadas patrias. Demasiados sueños imposibles envueltos en poesía para lograr nuestra militancia. Pues eso, demasiada ideología.
ResponderEliminarBesos
Pd. Sobre el tema recomiendo Perros de paja y Misa negra de john gray y Sables y utopías de Vargas Llosa.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. La ideología (entendida como radicalismo, es decir, llevada al extremo) bloquea la mente, el individuo deja de pensar por sí mismo. Y eso es lo más alejado a la inteligencia...
ResponderEliminarEl pensamiento verdaderamente inteligente siempre es flexible y divergente. Eso por definición está alejado de mantenerse indefinidamente en una ideología sin cuestionarla nunca o incluso abandonarla y que por otra parte, esté alimentando otras necesidades primarias como pertenecer a y sentirnos aceptados por un grupo con el que compartimos creencias (ojo, que no digo que se comulgue con cualquier ideología por ésto, sino que tenderemos a justificar a sus miembros) Mantenernos ahí dependerá del balance gasto-beneficio que se haga, y entiendo que eso sucedió con la Alemania adherida al pensamiento nazi: primero Hitler se ocupó de devolverles la autoestima perdida por la I GM, el resto una vez ganados supongo que fue pura supervivencia, y volver la cabeza. Aunque oyendo las barbaridades que oigo a veces aun en este siglo hacia otras etnias, y el odio que es capaz de albergar por quien piensa diferente, no creo que esa cabeza se volviera mucho.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo que se puede ser inteligente y adoptar una ideología.Pero la inteligencia rígida no sirve de nada.
Por mucha potencia que tenga un coche si no se puede mover el volante, solo hay dos direcciones: hacia adelante y atrás haciendo surco y marcandose cada vez más, o como mucho dando vueltas sobre el mismo círculo. Triste camino.
Rodericus :¿Has visto la película "la Ola"?
ResponderEliminarMannelig y Tita:par de fenómenos buscando.
El niño desgraciaíto:Buscaré algo de Pinker.
Ro:Pues eso...
Maribel:No digo que sean incompatibles, al contrario, que se da y a mi me choca.Pero como me choca que haya quién cree en dioses.
ECDLC:Si he de leer ensayos igual me decanto antes por el de Pinker, aunque lo dudo.
Speedygirl:Ea!
Tita:¿dónde estás?