SAMPEDRO Y YO

A la feria del libro de Madrid voy entre semana, y así es difícil conseguir que los autores de moda te dediquen un libro porque casi todos ellos o sus editores quieren competir por las más largas colas de los fines de semana, incluido nuestro bendito Marías.

Así que cual no sería mi sorpresa al ver una cola con vallas y agentes de seguridad para controlar al público.Me acerqué a ver quién era el autor y cuando vi a Sampedro el corazón me empezó a palpitar desaforadamente, eché un vistazo a la cola y al no ser excesiva me decidí.
El problema vino a la hora de escoger el libro, luego pensé en comprar varios y que se los dedicara a todo el mundo que conozco que le gusta leer(no son muchos, no creais, en mi círculo no virtual no pasan de media docena), luego pensé que su edad,(que era lo que me decidió al "ahora o nunca" de la cola)no era la idónea para pedirle excesos.
Así que decidí que por una vez, iba a escoger uno para mí...pero¿cual?.

Escoger el último me parecía "snob" porque no teniéndolos todos para qué escoger uno que ha escrito a medias con su mujer treinta años más joven.Sí, haciendo juicios"a priori" soy un hacha y hasta que no la ví no pude clasificarla en el mismo grupo que a la de Saramago y donde Marina Castaño no tiene el honor de estar.

La cola se iba alargando y yo tenía que comprar algo "ad hoc", así que pedí consejo a la librera.No escogí ni "la vieja sirena" ni "la sonrisa etrusca" ni "Octubre" porque ya los tengo.
"El amante lesbiano" me decepcionó tanto que no me atreví a coger ninguno posterior porque en él había creido ver signos de senilidad.
Así que al final me decidí por "Real sitio", leyendo la sinopsis(que casi nunca leo) no estaba segura de si lo había leido o no, pero enseguida ví que aquel era el libro en el que más iba a poder personalizar la dedicatoria si ponía interés.

Me fuí a la cola, me leí las primeras cincuenta páginas entre comentarios de jóvenes indignados(el prólogo del libro"Indignaos" es suyo) y abuelas que aludían a la edad del autor para justificar la lentitud de avance.Para mis adentros yo lo achacaba a su sordera pero así me dió tiempo a pensar qué comentaría con él si me daba opción y la vergüenza me lo permitía.
Solo estaba programada una hora de firmas y a medida que pasaba el tiempo y los de seguridad y de la editorial se ponían nerviosos a mi me daba tiempo a observarle.

Era él el que se entretenía con los lectores, el que hacía preguntas y para todo el mundo tenía una palabra amble sobre su elección.Así oí como él considera "la vieja sirena" su mejor novela "Octubre" no tiene nada que envidiarle , "la sonrisa etrusca" fue la más vendida y "Real sitio" para la que mejor se documentó.

De su talla como economista no puedo juzgar pero solo hay que leer la entrevista de EL PAÍS SEMANAL de la semana pasada o cualquier entrevista a raíz del fenómeno "Indignaos" para saber que sabe perfectamente de qué habla y que es la persona más lúcida, realista y cabal que conozco y todo eso pese a sus noventa y cuatro años cumplidos.

Y sí, la dedicatoria superó con creces las expectativas porque pese a que el de seguridad me dijo que no me entretuviera y yo pensaba hacerle caso para que le diera tiempo a firmar para los que estaban detrás de mí, él se interesó de verdad.
Nos costó conectar porque no me oía y yo no quería que me oyeran los "indignados" que venían detrás,pero cuando su mujer que en un principio quiso amblemente hacer de intérprete
nos abandonó porque las diferencias dialécticas eran obvias y cuando el momento surrealista pasó,lo conseguimos, me pidió permiso para poner algo personal y así lo hizo, y como hace referencia a mi oficio no voy a transcribirla pero he de decir que me fui más contenta que una perdiz.

Y aprovecho esta entrada para comentar los dos únicos libros que me ha dado tiempo a leer este mes.

El primero ha sido "Intelectuales" de Paul Johnson que reafirma con creces mi idea de la gran incoherencia del ser humano, pero que en los casos de personajes tan dispares como Rosseau, Sartre, Tolstoi, Hemingway, Ibsen, Russell y así hasta quince roza la desfachatez, es especialmente sangrante la vida de Marx y el único que se salva es Owen.
Agradezco la recomendación a N.D.

El segundo, que está entre los preferidos del chico de la Consuelo, ha sido "la tía Julia y el escribidor" y me ha reconciliado con Vargas Llosa que en sus últimos libros había perdido mi admiración.No sé potqué este no lo había leido pero es muy recomendable.

Y hasta aquí por hoy, saludines a todos.