SIN MUELAS

Leo que un síntoma de crisis es la falta de piezas bucales.

La falta de dientes es síntoma de miseria, directamente.

Pero la falta de muelas, en mi entorno, es síntoma de un cambio de valores.

La generación de mis padres estaba obsesionada con la apariencia bucal.

La diferencia la marcaba una buen dentadura.

Mi madre, al último hombre de mi vida, solo lo vió una vez, a una distancia de terraza de un tercer piso( ella) a calle ( él).Y le dió para comentar :-Tiene una buena dentadura( eso significaba que había pasado la prueba).

A mi me fluorizaron la boca a partir de los seis años, después de haberme arrancado o empastado todas las muelas de leche.Cosa que yo también he hecho con mi hija aunque ahora el flúor se lo pone ella en casa y no tiene que ir a una clínica cada semana durante meses como iba yo.

Así que la importancia de la dentadura teniendo mala genética la he heredado.

Me obsesiona el ver que alguien pierde una pieza molar y no la repone.

¿Se creen que no se ve?.

Desde aquí le digo a todo el mundo, se ve, mucho, muchísimo, en cuanto sonríes la gracia del chiste desaparece y yo ya solo puedo pensar en porqué no la repones.

Son mil doscientos euros un implante, es la opción más cara.Es mucho dinero pero ¿de verdad crees que es mejor gastarte ese dinero en un teléfono de última generación para ti y otro para tu hijo de doce años que en un implante?.Pues pese a que intento respetar que cada cual se gasta el dinero en lo que quiere, desde aquí ya te digo que no. Cada vez que sonríes, si, si, por pequeña que sea tu sonrisa, yo pienso en " el cuñaaaaaaao".

Tus seres queridos puede que no te lo digan pero ya te lo digo yo, es horroroso, se ve un montón y canta un montón por mucha ropa de marca que lleves.

Me obsesiona de tal manera el tema, que cuando veo el agujero por primera vez intento retener la fecha, doy seis meses de margen( que es lo que suele tardar en poderse atornillar el implante nuevo a la mandíbula) y luego ya pregunto.

Bueno, si veo que la persona en cuestión tiene problemas de economía no pregunto.

Y la respuesta que me han dado ellos, la mayoría, es que tienen pavor al dentista.Da igual cual sea su profesión y formación, los hombres odian al dentista.Solo van cuando el dolor es ya inmitigable.

Ellas, que no tienen tiempo, lo cual me lleva a deducir que sus prioridades son otras, léase ir al gimnasio, gastarselo en la masajista o comprarse el último modelito de lo que sea.

Ojo, no dudo que con la crisis, haya personas que no puedan permitirse un implante pero ¿y qué me dices de los puentes de toda la vida?, son mucho más baratos y los de tu alrededor lo agradeceran.

¿Es solo una obsesión personal o alguien más se preguntó, cada vez que veía al barón Thyssen en la tele, cómo puede ir con esa boca?.

Y que conste que me atraen las bocas melladas, algún diente montado y me repele la blancura artificial.

Opinad.