jueves, 12 de junio de 2014

COLECCIÓN FRICK

O "La Fick Collection" que es como lo traducen los "yankies".

Había leído en el libro de Muñoz Molina algo sobre ella, así que como está a la vera del Central Park, hacía mucho calor, solo eran las diez de la mañana y lo tenía todo hecho me decidí a entrar.
Es un palacete de primeros del XIX, eso, a los norteamericanos, ya les parece reseñable.

A mi me llama mucho la atención el afán de algunos norteamericanos millonarios de enseñar a los suyos lo que sus antepasados habían hecho en Europa, supongo que es propio de alguien con carencias.
Frick, igual que Rockefeller con "the Cloisters" coleccionaron de cara a poder compartirlo con cuantos más mejor.

Y desde luego, la colección, para ser de un particular, es impresionante.Sigue los cánones clásicos, tanto en cuanto a criterios de selección como de disposición en las salas.Hay Goyas , Grecos, Veláquezes(esto no se escribe así ni de coña), Rembrandts, Degases , Vermeeres y un largo etcétera.
Me llamaron la atención el retrato de Tomás Moro que se usaba en los libros de filosofía, un Ingres muy curioso pero sobre todo los Turners (quizás porque eran cuatro y eso era una franca mayoría), un Manet(Edouard) que no había visto en mi vida
Y el cuadro de anzuelo que había por todas las farolas de la ciudad.
Más que nada porque esperaba que hubiera algo más del "Parmigianino" y solo estaba ese.Asociarlo con el queso, la ciudad y el fiasco de Parmalat (que viví muy de cerca) es todo uno.

La colección temporal si era "frickie"(si no lo pongo reviento), bronces con pintura moderna.De un matrimonio, los Hill, que hay que verlos, son taaaaan prototipo de millonarios norteamericanos que te los imaginas rodeados de perritos porque no pudieron tener hijos y comprando ahora un bronce, ahora un Tapies.(Y es que a mi con los bronces me pasa como con la música "heavy", salvo a alguna pieza muy concreta, no le cojo el punto)

A propósito de perritos, me encanta la profesión de "paseador de chuchos" que tanto se da en Central Park, siempre me ha admirado cómo hacen para controlar a una docena de canes, cada uno de su padre y de su madre(deben compartir el secreto con las maestras de guardería).


De todos modos, tanto ésta visita como la de los "cloisters"(conjunto de claustros europeos que Rockefeller se llevó piedra a piedra) no son para una primera vez en la ciudad, salvo que esa primera vez sea de al menos quince días.

8 comentarios:

  1. estupenda y pormenorizada guía artística...
    Para 'mi primera vez' en la Frick Collection me dejaré llevar y me fiaré de tus apuntes...
    besos

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  2. Pues me ha encantado la entrada porque desconocía de qué se trataba
    Besos

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  3. Menuda colección privada. Qué chulada lo de ver a lo paseadores, jaja, por aquí se ven muy pocos, pero me hago la misma pregunta, ¿cómo pueden?

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  4. ¿Y tú crees que todo será auténtico? estos filántropos tan bienintencionados decía mi profe de Arte en Cou que eran pasto de falsificadores y estafadores....

    (lo siento es que al oir tal ristra de tantos ...eces en una colección particular, me asaltó el comentario de aquel buen hombre...)
    Besos

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  5. Pues yo voy este verano y tengo intención de verla. Además el hotel está ahí al lado.

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  6. Sí, yo tampoco había visto ese Manet de toreros!

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  7. Tu no sabes la de cosas que aprendo visitándote jeje de verdad

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  8. PiliMaPilar:Tú siempre sacándole punta a todo.

    MientrasLeo:Me alegro.

    Meg:podría estar horas observándolos, y ya cuando se juntan tres de ellos sin soltar las correas.....

    Tita:creo que las copias suelen ir a parar a colecciones privadas y particulares de esas que el susodicho tiene sólo para impresionar a las visitas.
    Éstas, al estar en un lugar público , imagino su autenticidad más que contrastada.

    ND : Todavía no me has dicho sí vas a ir con niños o sin.Si no te los has leído todavía, léete los libros de Muñoz Molina y el de Enric González antes de ir.

    Leovi: ¿curioso verdad?

    Papá cangrejo: me alegro.

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