UNA NOCHE CON PLÁCIDO

Hace más de treinta años( que horror de comienzo) convencí al primer hombre de vida para que me acompañara a ver "Tosca" en el liceo con mis compañeros del insti.Teníamos un palco entero con reservado y pese a que estuve media noche sufriendo por si a él le resultaba demasiado coñazo es una de esas noches que no olvidaré jamás.
Entonces había que ir vestido y tomar "champagne" en la sala de los espejos (antes del incendio) o "foyer".
A lo que iba ....el tenor era Plácido Domingo.

Años más tarde coincido con él y su manager en un avión.Si te sientan al lado de Jordi Moià, éste no te dará conversación pero si es un manager sí, y mucha.Total que ya le cuento que había visto a Plácido en Tosca y en el liceo y va y se lo comenta, a lo que Plácido me pide que me acerque(su volumen era similar al de la Caballé y le costaba moverse) y me pregunta que si me gustó, le dije que sí porque era la verdad y entonces me pregunta que si me apetece verle esa noche en Oslo(que era a donde nos dirigíamos) y que por supuesto mis dos acompañantes también están invitados,

Me hice la estrecha, rollo tengo que consultarlo pero no podía disimular la cara de boba.Entonces caigo en que no tengo ropa para ir de gala (mis compis esa vez eran militares y si llevaban americanas y corbatas) y como llegábamos a las cinco ya no me daba tiempo a comprar nada.Así que me estaba dando la vuelta para declinar la oferta cuando le oigo con su pedazo de voz decir:si no les importa oírme en un polideportivo, justo a tiempo para yo contestar si a usted no le importa que no vista de gala y él después de soltar una risotada nos empezó a tutear.

Al llegar nos presentaron a la clásica noruega traductora que se encargaría de mandarnos las entradas al hotel.
Así que allá que fuimos.Un concierto de Plácido en un polideportivo no es lo mismo que en el Liceo pero, si no tienes ningún otro plan en Oslo, no está mal.

Cuando acabó mis compañeros se empeñaron en que había que ir a camerinos a saludar, total nos habían dado un pase de "stage".Después de mucho insistir les acompañé pero no entré y según entraron le oí decir:-Hombre, ya creí que no veníais , pero ¿dónde está la bella.....?
Le debieron hacer un gesto y salió a buscarme fuera, creí morir de rubor y me quedé sin habla cuando lo primero que me pregunta es:-¿qué te ha parecido?

A veeeeer.....¿qué le contestas a un tenor de su talla que en ese momento acusaban los puristas de estar siendo demasiado populista después de oirle cantar en un polideportivo?......eso era peor que después de un mal polvo tener que contestar a la susodicha pregunta a un amante.
Debí contestar una bordería porque las caras de mis compañeros fueron un poema y eso es lo que me sale cuando me pongo nerviosa pero a él le hizo gracia y nos invitó a cenar con toda la delegación sueca.
Me sentó a su derecha (aquí la bella .... sentenció sin lugar a dudas a los del protocolo) y a su izquierda la traductora rubia de metro setenta y cuerpazo, mis compañeros enfrente "descojonaos" toda la cena.Esa velada tampoco la olvidaré jamás, muchas risas pero mucha tensión también.

Años más tarde volví a coincidir con él en un avión pero ni me reconoció.Iba con su mujer(cacatúa es la palabra que primero me acudió al verla), cogidos de la mano para el despegue pese a tener pasillo de por medio porque a ella le daba miedo, y no pude evitar buscar qué tipo de relación le mantenía a su lado, y me pareció que lo de es "de bien nacido ser agradecido" le iba al pelo.