Surrelaista crucero, por si alguien se veía transportándose a una novela de Ágata.
Lo primero surrealista es que yo tenía vacaciones la semana de reyes y el gran jefe se empeñó en retrasar el crucero un día para que yo pudiera llegar después de que mi hija abriera los regalos.
Era una especie de pago en especias que suele hacer todos los años a los que le apetece, lo cual ha estado muy bien porque ha obviado a dos compañeros de trabajo destacables (si quereis detalles leer los "posts" de junio del 2010 titulados COHERENCIA y UN COMPAÑERO DE TRABAJOa ellos dedicados, yo es que pese a las indicaciones de N.D. no soy capaz de hacer enlaces).
Todo el mundo que hace un "tour" por Egipto sabe que si coges la opción crucero por el Nilo, se navega de noche y se visitan templos de día.Pues nuestro guía, compinchado con el "manager" del barco decidieron timarnos y lo consiguieron, o no, porque yo no pagué y a mi jefe las ruinas de la época greco-romanas(que son las que mayormente hay a orillas del Nilo) no le interesan nada, de hecho no le interesa nada relacionado con el arte que tenga menos de tres mil quinientos años(yo no voy a ser quién discuta sus gustos).
A lo que iba, con la excusa de que nuestro barco era pequeño(solo ocho camarotes), nos dijeron que no podíamos navegar de noche, así que como teníamos que hacerlo de día, nunca teníamos tiempo para visitas.
Es una manera de viajar, "relajaos", todo el día en un barco rodeado de tus compañeros de trabajo y con el gran jefe metido en un "jacuzzi" en medio de la cubierta instando a todAs a entrar, no tengo palabras.
Yo no es que esperara que fuera el viaje de mi vida pero sabiendo que a bordo iba la arqueóloga Miriam Seco(si os interesa el tema tiene una entrevista en un dominical de EL PAÍS y participó en la peli de "Imax" del Nilo) esperaba algo más, el caso es que ella estaba igual de pasmada que yo, si cabe, pero se lo tomó de otra manera, primero porque está acostumbrada a las corruptelas egipcias y segundo porque tiene una vida mucho más agitada que la mía, y para ella aquello fue un poco el descanso que no había tenido en años.
Más surrealista fue que fuéramos en un barco velero, al cual , salvo escasa media hora, siempre tuvieron que arrastrar o empujar por la falta de viento.
Por supuesto, el viaje da para más, pero lo voy a dividir en capítulos que estoy con "jet lag" y ya no sé si voy o vengo.
Por un lado, lo reconozco, siento envidia.
ResponderEliminarQue un crucero por el Nilo, oyes, yo al menos no me lo puedo permitir.
Ahora bien, por lo que cuentas, parece que ha sido tan ameno como ir a remar un rato al estanque del Retiro...
Pues vaya. Imaginarme el barco sin viento, remolcado y con el jefe en el jacuzzi... suena a película de Berlanga, la verdad. Yo tengo aversión a los cruceros. Reconozco que la idea de viajar por la noche mientras duermes etá bien, pero no me pillan, que no.
ResponderEliminarMenudo, timo, no me digas que ademas eso tributa en tu renta como especies???
ResponderEliminarDonde esta mi chiringuito??? a las afueras de cierta cuidad, (yo es que en el blog voy de "anonima guay", jajaja) pero soy muy muy amiga de montse de blog A y ayer estuvo tomando un cafe conmigo, y ella si que lo casca todo!!!!! Besiros
Janton: remar en el retiro tiene su aquél, que yo he visto gente volcar.
ResponderEliminarN.D.:yo me mareo solo oir la palbra barco, lo de los grandes cruceros me parece lo peor, pero el Nilo es espectacular, en condiciones, claro, y no se notaba nad,nada de vaiven.
Incara: no, por eso no tributo.¿Y no me vas a decir ni la ciudad?....yo es que soy cotillaaaaa.
ResponderEliminarLa historia promete... Así que tú también tienes un jefe tan ocurrente como el mío! Te gano. Yo tengo dos.
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