martes, 18 de junio de 2013

MÁLAGA EN VEINTICUATRO HORAS

 Puente de Mayo.Me tocó trabajar y en vez de mandarnos al hotel de Torremolinos de siempre, nos mandaron a uno de Málaga y ¡oh! sorpresa, al llegar caí en la cuenta de que no había estado más que una tarde, veinticinco años atrás, en la capital.

Así que, pese a no haber cogido la cámara para el viaje, en cuanto nos dieron tiempo libre me tiré a la calle, dispuesta a verlo "tó".

Teníamos veinticuatro horas y eras las dos de la tarde.Así que nos cambiamos en el hotel y nos fuimos a picar algo.Después mientras los chicos se iban a hacer la siesta quedé con Pilar, a la que nunca tengo ocasión de ver en Madrid y a las cinco entrábamos todos al mini museo Thyssen de Málaga donde había una exposición de Romero de Torres(lo raro es que se apuntaran todos, creo que necesitaban estar con féminas aunque hubiera que pagar el precio de ver una exposición).

De Romero de Torres no hay nada que decir, para mi es el pintor de mi infancia porque tengo un tío que trabajaba en explosivos Rio Tinto y todos los calendarios eran de Romero de Torres, creo que fueron los primeros pósters con que me dejaron decorar una habitación.
El descubrimiento del día fue el pintor Enrique Martinez Cubells.
Después del museo nos escaqueamos diciendo que íbamos de compras y ya luego quedé con ellos para cenar.Fuimos al restaurante "Miguelito el cariñoso" en el paseo del Pedregalejo que es como estar en la Carihuela de Torremolinos.
Después de cenar nos volvimos andando pensando que  el puerto, totalmente reformado, estaría animadísimo.Pero no, que pena de crisis, ese muelle y ese palmeral totalmente vacíos.Así que ni una copa nos tomamos.
Lo bueno de no beber es que a las nueve estaba desayunando y a las diez andando, ahora ya si, sola.
Y en tres horas lo vi todo, por fuera claro, la catedral,
la alcazaba y el teatro romano.
Luego me subí a Gibralfaro, constaté que el parador tiene mejores vistas que el hotel donde estábamos pero que para andar subiendo y bajando sin coche hubiera sido algo cansino y me volví porque a las dos debía volver a trabajar.


Todavía intenté ver el museo Picasso pero si en el resto de emplazamientos turísticos estaba todo tomado por colegios varios, aquí era patente que el turismo extranjero de la tercera edad es el que copa los hoteles pero no sale de marcha para poder ver todos los museos de día.

Y me quedé con las ganas de ver una exposición permanente de coches clásicos, pero en veinticuatro horas tampoco había que abusar.

Pensé en ti, Meg.

11 comentarios:

  1. Preciosa la foto de las macetas. A cualquier hombre le gusta ver a las mujeres de Julio Romero de Torres.

    ResponderEliminar
  2. Que pequeño es el mundo. Igual hasta nos cruzamos aquel día, porque yo estuve comiendo sardinas en Miguelito el Cariñoso.
    Y el Thyssen está en mi camino de vuelta a casa. Por ahí paso muchas veces, sobre todo en los festivos (como hoy, por ejemplo, que es fiesta local).
    Y si el palmeral estaba vacío, igual va a ser porque en el centro le están haciendo una dura competencia. El Pimpi estaba lleno, y las terrazas de la plaza de la Merced, también.
    Y aprovecho, con tu permiso, para reivindicar: menos Torremolinos, y más Centro de Málaga, que lo están poniendo precioso.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Málaga la muy hermosa, de los rumores. Y como 'veinticuatro horas de la vida de una mujer', parafraseando el título famoso.
    Y la tercera foto empezando por la última, que es como si el tiempo le pide permiso a la Catedral para entrarse en detalles. (yhace escasamente un mes estuve por ahí)
    Breve y ágil tu descripción. Enhorabuena. La has bordado, Pseudo.
    Abrazos

    ResponderEliminar
  4. Yo también estuve, y la verdad es que no había ido desde niña, me encantó, había lugares de los que ya ni me acordaba.

    Un besito.

    ResponderEliminar
  5. Yo también estuve, no había vuelto desde que era una niña y me gustó recordar un viaje que para mi fue inolvidable.

    Un besote.

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. Pues me pasa igual con Málaga, que la última vez que fui iba en pantalones cortos, como el de "Cuéntame " en los 60. A ver si un día hacemos uso del AVE

    ResponderEliminar
  8. Habrán ido más veces a Málaga, porque si no no entiendo lo de la siesta...

    ResponderEliminar
  9. Tengo delito, en Málaga siempre he estado de paso, a ver si pronto encuentro al menos esas 3 horas para saborearla.

    ResponderEliminar
  10. Leovi:¡Anda , no había caido en eso!.

    Rojo Merlín:Yo las cené.Me anoto lo del centro y espero no tardar veinticinco años más en volver.

    PiliMªPilar:¿de Zweig, verdad?...no me acuerdo si la he leído.
    Gracias reina.

    Odry:Estuviste¿ese puente?

    Peter:Pues a ver....

    Papacangrejo:Ellos sí habían estado más veces pero sus inquietudes son otras.

    Sergio DS:Málaga bien vale un....par de días.

    ResponderEliminar
  11. Yo estuve unas vacaciones recién separada con nuestra amiga Manu. Lo pasé genial. Hicimos un recorrido por toda la provincia de Malága.
    Me gusta el cuadro del tranvía y los coches de caballos, ¿son del pintor que mencionas?

    ResponderEliminar