Y mi súper poder era saber la hora que era (con quince minutos de margen) de día o de noche.
Y te preguntarás ¿y eso para qué sirve?.Pues para no desvelarme mirando la hora cuando me despierto en mitad de la noche o para no llegar nunca tarde ni necesitar despertador para levantarme.
Es verdad que el despertador me lo ponía si tenía que ir a trabajar pero casi siempre me despertaba uno o dos minutos antes de que sonara y me daba tiempo a apagarlo y así no despertar a nadie de mi alrededor.
No sé cuando empezó (allá por los ochenta) pero si creo que sé cuándo se ha acabado.Lo que no sé es si achacárselo a la infección o a la menopausia (el tema preferido de Viveiro).
Y si, estoy de vuelta, dos meses más tarde de que me hayan quitado prácticamente todo el pulmón derecho
empiezo a ser persona, ahora me toca batallar con un "mix" de cinco antibióticos (incluido uno para la lepra)para ver si consigo matar al bicho que sigue en mi otro pulmón y de momento estoy de baja así que espero tener tiempo para actualizar.
Mis nuevos juguetes.