domingo, 6 de junio de 2010

DOLOR DE ALMA

Habrá quien no sienta el alma, que ni siquiera sepa que pesa ventiún gramos, pero eso es porque nunca le ha dolido.Yo sé exactamente dónde está cuando me duele, está donde creemos que tenemos el corazón o en la boca del estómago, es que se mueve según cual sea la causa del dolor, si es mal de amores duele bajo el pecho izquierdo, si es orgullo herido duele en la boca del estómago, el caso es que la única manera de amortiguarlo es fumando, y en esas estamos que por "h" o por "b" no consigo dejar de fumar.

Mal de amores, anda que no se ha escrito sobre el particular, y aún así todos creemos que el nuestro es único, habrá quién tenga la suerte de no haberlo sufrido pero entonces es que nunca ha querido de una forma pasional e irracional(la cual cosa valoro como muy inteligente, lo de no haber querido"asín").
Lo normal es sentirlo en la adolescencia, de ahí el éxito de las versiones juveniles de "Romeo y Julieta", la saga "Crepúsculo", o "Juana la loca".

Yo, a mis cuarenta y cinco tacos(después de una sesión de lasser aparento dos menos)sigo sintiendo ese agujero brutal en el pecho despechado y ganas de aullar a medianoche.
La madurez es que ahora no lo exteriorizo, cuando tenía quince años si aullaba, mi familia puede dar fe, supongo que algo he avanzado.Espero que "en" cumpliendo sesenta pierda las ganas de hacerlo, o sencillamente deje las relaciones en cuanto vea los primeros síntomas de desfallecimiento.
Porque está claro que verlo, lo ves.Me acabo de hacer un estudio grafológico muy completito en el que, entre otras cosas, me dice que estoy bastante centrada, soy realista, tengo la autoestima suficiente alta y es difícil metérmela doblada, así que no tengo excusa.

Y es verdad que lo ví.La última relación pensé que sería la definitiva, él se lo curró durante un año porque a mi no me gustaba NAAAADA, fue la persona en quién antes he confiado en toda mi vida, me hacía reir como ninguno, me observaba al detalle y obraba en consecuencia, tenía infinita paciencia y me deseaba a lo bestia(tanto que los tres primeros meses mis amigas decían que en vez de echarme novio parecía que me habían vampirizado).Vivíamos el uno para el otro y no dormíamos, si estábamos juntos por aprovechar el tiempo y si estábamos separados por lo que nos echábamos de menos.
Que ese estado no puede durar eternamente YA LO SÉ, pero se podía evolucionar de distintas maneras, pero él es de los que necesita adrenalina para vivir y conseguido un objetivo necesita otro, llámese coche de super lujo para correr, motos varias para hacer el cabra por el monte o la carretera, avión para hacer "loopings", lancha motora, "quad", un trabajo con más alicientes o una rubia tipo "Scarlett Johanson" pero con el "status" de la duquesa de Liria.Como además quería que la rubia se enamorara de él, pues ese objetivo nunca lo alcanzaba y ahí estaba yo, eterna suplente y paño de lágrimas.Y ahí es donde yo obvié las señales.
La primera clarísima fue cuando el día anterior a irnos de vacaciones tras una tonta bronca él no cede y está dispuesto a perder el viaje.La siguiente fue llegar con un puñado de fotos y el no mostrar el más mínimo interés cuando solo seis meses atrás se moría por ver tooodas mis fotos de bebé(es uqe yo de bebé era muuuy graciosa) y la tercera y definitiva fue cuando por fin fuimos de vacaciones con sus amigos y ni me cogió de la mano(él, que se me comía entera en cualquier restaurante de alto copete).
Los tres años siguientes fue una carrera en declive, por supuesto con altos y bajos, yo le dejaba y él me perseguía como si le fuera la vida en ello pero todo era por la pasión de las reconciliaciones, más de lo mismo, emociones fuertes, dependencia, no amor.

En resumen, él un egoista y yo una gilipollas por estar aquí escribiendo sobre él porque cinco años más tarde, tras dos sin vernos en los cuales yo aproveché para tener una niña que él no quiso tener conmigo(y a la que aparentemente adora, aunque solo sea por lo difícil que ella se lo pone)y él constató que las rubias con título no están por sus huesos, se traslada a Barcelona y retomamos.

Y ese fue el error definitivo, porque tras un embarazo sola, yo había aprendido a vivir sin él, que solo yo sé lo que me costó, y además sin apenas lágrimas(yo había leido que si lloras mucho embarazada te sale un bebé triste).Eso sí con mucho dolor de alma porque además arrastraba la muerte de un ser querido(ese capítulo lo dejo para otro día), así que ¿porqué le escuché?....pues porque sou muuuuuy gilipollas, eso sí, poco afectiva(hay que joderse con el grafólogo).
A lo que iba, creo que por fin hemos roto definitivamente y no porque yo haya tenido el valor, si no porque se va de la ciudad y ya no me va a necesitar, y sus cojones treinta y tres.
Y a mi me duele el alma, y fumo.


NOTA:Desde aquí un saludo al mejor futuro grafólogo criminalista aunque solo sea por formar parte del exclusivo grupo de tres hombres que me leen.

1 comentario:

  1. ¿Puedo poner olé tus huevos, sin ofender?....porque para hacer todo eso y reconocerlo sin rubor hay que tenerlos.

    ¡Tú si que vales!....(y a él que se lo lleven los demonios).

    Un abrazo

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